El movimiento natural de nuestros músculos faciales que nos permiten transmitir emociones y estados de ánimo como alegría, tristeza o rabia asociados al envejecimiento cutáneo, el paso del tiempo y la exposición solar durante toda la vida, favorece que las líneas de expresión facial se hagan más notorias. La aplicación de toxina botulínica – conocida por los nombres de sus marcas comerciales como Botox®, Dysport® y Xeomin® – genera una acción biomoduladora de la contracción muscular, disminuyendo la fuerza muscular, logrando un aspecto más sutil de las arrugas en cara e incluso en el cuello.
La aplicación de toxina puede iniciarse incluso antes de los 30 años, esto con el fin de prevenir la aparición de estas arrugas. Su acción inicia al momento de realizar el tratamiento, sin embargo, comienza a ser notoria de 4 días a una semana luego de su aplicación. Su efecto dura de 4 a 6 meses y en dosis adecuadas, con una técnica precisa evita cualquier complicación o evento adverso.
- Duración del procedimiento: 30 – 40 minutos
- Tiempo de duración: 4-6 meses
- Requiere anestesia: No
- Requiere incapacidad: No
- Cuidados del sol: Sí